viernes, 22 de julio de 2011

De Viaje


Una vez leí (fue hace mucho, no recuerdo bien dónde) lo lindo que era ser uno mismo en otra parte.

Algo así, pienso yo, como descubrir y descubrirse en un lugar nuevo, tal vez inesperado, circunstancial. Ponerse a prueba en un paisaje diferente al que tus ojos no están adaptados a ver. Escuchar otro idioma, intentar comprenderlo, hacerte entender. Que todas las personas que se te acercan, que se te cruzan, que te hablan o no, sean total y completamente desconocidas.

Algo así, creo yo, después de haberlo vivido estos últimos días, como conquistar un pedacito de tierra (aunque sólo sea la cuadra que te separa del hotel) y volverla un poco tuya más allá de las diferencias con los millones de cuadras que te separan de las verdaderamente tuyas, las que recorrés todos los días. También, si hay suerte y hay ganas, conquistar algún corazón, volver amistosa esa cara de pocos amigos, contar de dónde vengo y que en mi país esto se dice así y que es la primera vez que viajo en avión y que estoy sola en una ciudad tan desconocida como vos, que ahora me estás hablando y contando del lejano lugar de donde venís.

Sí, es lindo ser uno mismo en otra parte. Sobre todo porque al regreso se es uno diferente.


4 comentarios:

  1. tengo muchas ganas de vivir algo así!

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  2. Qué bien...
    si, me ha pasado varias veces.
    Nunca viajé en avión,
    pero qué lindo salir de acá
    y ser un desconocido absoluto en alguna parte.
    Bueno, en sí, ya soy un desconocido absoluto para vos en esta parte.
    Y en la medida de lo posible...
    desupés de leer casi íntegro tu otro blog
    a uno le dan ganas de ser menos desconocido tuyo.
    habrá suerte?
    se verá.

    Le mando un abrazo cómplice.

    Nicus

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  3. Me parece increíble la sensación de tener el mundo al alcance de la mano, que todo lo que hay que hacer es animarse a dar un pasito más. Espero sentir eso toda la vida. Me gustó mucho este post. Me encanta ser yo en otra parte.

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  4. Seba, si te pasa lo mismo que a mí, cuando menos te lo esperes, ahí estará el día de vivirlo.

    Nicolás, wow. Qué recuerdos que me trajiste con ese comentario. Y, te diré, hasta un poco de ganas de volver por allá (aunque ya lo hice la última vez) y dejar algo escrito. Lo pensaré y, si se da, te irá dedicado. Gracias.

    Cata, ¿estás de vuelta? Vos debés saber muy bien sobre esto...

    Abrazo a los tres. Fue lindo leerlos.

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