365 oportunidades nuevas.
De letras, de acordes, de trazos, míos y de otros.
De esos míos que son para otros.
De esos de otros que se vuelven tan míos que no podría explicar ni cómo ni cuánto.
El corazón se acelera, entusiasmado.
La cuenta conmienza.
Que nunca sea regresiva.